sábado, 11 de agosto de 2007

¿ QUIEN MATÓ MI ULTIMO RECUERDO?

Hace tres años fui de vacaciones a Encinasola, después de casi 40 años, al entrar por la carretera de la Nava y divisar el pueblo, paré el coche y me puse a llorar de emoción, mi mujer , mallorquina y mis hijos también mallorquines, me miraban emocionados pues nunca me habían visto llorar.

Entonces me di cuenta que todavía tenia un “cacho” de mi corazón en aquel pueblo y que estaba volviendo a mis raíces.

Lo primero que hice, fue correr los sitios donde pase mi niñez, la casa donde nací, los grupos escolares, la Plaza, el arroyo donde lavaba mi madre, mientras yo buscaba ranas y culebras y lo ¿bueno!. Es que todo seguía igual que cuando marché,…bueno todo no,… habían cortado los Eucaliptos centenario de la entrada de la carretera de Fregenal, al lado del arroyo. ¡¡Porque!! …¿Quién fue el asesino?... ¿Quién mató mi ultimo?..Recuerdo de Encinasola, mirando por las ventanas traseras de la “Estallesa”, cuando mi madre, mí hermana y yo nos trasladábamos a Mallorca, ¿Alguien lo sabe? Y el ¿motivo del crimen?...Yo no se lo perdonaré nunca.

Me sacaron de Encinasola con 8 ó 9 años, me llevaron a Mallorca donde llevo más de 40 años, ahora ya soy mallorquín de adopción y de corazón y forastero en Encinasola. Por eso no me pidáis que ejerza de marocho, aunque todavía tenga un “cacho” de mi corazón por allí, Cuando me sacaron y no me refiero a mis padres, si no a la incultura general de la época por no aprovechar los recursos propios y generar puestos de trabajo para evitar la emigración de tantos marochos y andaluces… y todavía creo que pasa lo mismo, pagando subsidios a gente joven que pasan el día en el “casino”…O haciendo chapuzas para sacarse un sobresueldo…Como suponéis, la incultura general, era y es, el gobierno de turno, antes los franquistas, ahora los Socialistas, mañana los otros que se ganan los votos gracias a las peonadas, el voto del miedo.

Cobrar por nada es tan malo para la comunidad, como trabajar y no cobrar, pan pa hoy y hambre pa mañana.

Esteban Dominguez Dominguez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fantastico relato, me ha llegado al alma.